La clase obrera se llevó la peor parte de la crisis inmobiliaria y bancaria de 2008. Hoy le toca el turno a la clase media. Su empobrecimiento es brutal. En un país que estableció el liberalismo como credo, no hay red de seguridad. Para quienes pierden su empleo, las consecuencias son instantáneas y dramáticas.
Larry Dodson, de 52 años, dirigía un gran departamento de atención al cliente. Pero hace dos años perdió su trabajo y su casa. Hoy vive en una habitación de motel con su mujer y sus dos hijos y sobrevive con 820 dólares al mes, recibiendo turistas en Disney World. Después de pagar las tasas del motel, sólo le quedan 70 dólares para comida y otras necesidades.
Terry era jefe de ventas y disfrutaba de una buena vida hasta que lo despidieron. Acabó vagando de motel en motel en su coche y finalmente se le consideró "económicamente incapaz" de criar a sus seis hijos. Los tres mayores fueron colocados en hogares de acogida. Actualmente hay 1.800 niños que crecen en los moteles que rodean Disney World. Pasan de una escuela a otra, ya que sus padres se ven obligados a buscar un alojamiento más barato.
Pasamos seis meses siguiendo el día a día de familias como éstas, afectadas por la crisis.