Hawái es una tierra viva, una fuerza dinámica. Aquí, el Hombre queda eclipsado por la Naturaleza cuya fuerza desenfrenada gobierna suprema. Primero, conocemos a Scott. Ha explorado el paisaje accidentado desde el Cañón Waimea hasta la costa de Napali, hogar de los primeros habitantes de la isla.
Luego, en Oahu, Yuko es piloto de planeador. Ella siempre está atenta a la más mínima brisa para satisfacer su pasión.
Finalmente conocemos a Olivier, un astrónomo francés, que pasa buena parte de su tiempo en la cima de la Isla Grande, a 4.207 metros.