Veinte años después de que Putin llegara al poder, Rusia está profundamente dividida. Las nuevas generaciones se oponen a la represión del régimen, mientras el Kremlin, que conserva el respaldo de las generaciones más viejas, ha intensificado su represión contra la oposición. ¿Quiénes son las personas que sueñan con una Rusia diferente? ¿Qué precio pagarán por la justicia y la libertad que anhelan? Entrevistamos a los protagonistas de ambos bandos y mostramos todo lo que está en juego para los rusos.
En los últimos 20 años, el derecho a manifestarse se ha restringido cada vez más con leyes creadas para justificar y legitimar la represión. Una docena de miembros de la oposición han sido envenenados. Alexei Navalny es solo el último nombre en una lista que sigue creciendo.
Cuando Navalny sorprendió a todo el mundo regresando a Moscú, Olga fue una de las personas que intentó ir al aeropuerto para recibirlo. También participó en una de las manifestaciones convocadas por Navalny, una decisión que tuvo graves consecuencias...
El régimen ruso promueve la idea de que hay agentes extranjeros que alimentan la rusofobia, y que Navalny, sus seguidores, ONG y periodistas son cómplices de esto. Pero Navalny y sus seguidores, así como los disidentes tanto dentro como fuera de Rusia, cuentan una historia diferente. Afirman que el régimen del presidente Putin no es una democracia.