Investigamos la comercialización de la naturaleza. Proteger el planeta se ha convertido en un gran negocio, y está lleno de empresas que promueven nuevos mercados ambientales. Esto implica que se especule con distintas especies, los inversores adquieren vastas extensiones de tierra, llenas de especies en peligro de extinción, para poder vender "créditos naturales". Actualmente, las empresas responsables de destruir el medio ambiente están obligadas a comprar estos créditos y han surgido nuevos centros financieros especializados en este comercio.
Muchos economistas, de prestigio, creen que la mejor manera de proteger la naturaleza es ponerle un precio. Pero otros temen que este mercado pueda llevar a las empresas a tener un interés financiero en la extinción de determinadas especies. También preocupa que, al igual que con la crisis de las hipotecas de 2008, el mercado de créditos naturales esté destinado a colapsar. Y hay más cuestiones en juego. ¿Qué garantías tenemos de que protegerán nuestro planeta? ¿Debería estar en venta nuestro patrimonio ecológico?