Finalmente Colombia se convirtió en el segundo país de sudamérica en romper lazos con el régimen de Israel desde el inicio del genocidio contra los palestinos en la Franja de Gaza. El primero fue Bolivia, y es que a la fecha, son casi 35 mil los asesinados bajo bombardeos e incursiones del régimen sionista.
La medida del presidente Gustavo Petro entró en vigencia hace un día. Petro ha sido enfático a la hora de culpar a la entidad sionista, que encabeza Benjamín Netanyahu, de los crímenes de guerra y de lesa humanidad. Asegura que la humanidad no puede permanecer pasiva, ante este tipo de atrocidades.
Las reacciones no tardaron, el Movimiento de Resistencia Palestina Hamás ha elogiado como una victoria la decisión de Colombia de romper relaciones con Israel por sus crímenes en Gaza. También hay reacciones de la coalición de gobierno, el Polo Democrático Alternativo, un partido de la coalición de gobierno, ha recibido con beneplácito la ruptura. Para el senador Iván Cepeda, el corte de lazos es sumamente apropiado.
Bogotá y Tel Aviv tuvieron relaciones diplomáticas por casi 70 años. Israel era uno de los mayores exportadores de equipos militares a Colombia, con un negocio anual de casi 500 millones de dólares, sin embargo, el presidente, Gustavo Petro, asegura que existen alternativas para la seguridad y defensa de su país.
Como era de esperarse, Israel no demoró mucho en responder. Tel Aviv utilizó el escudo del antisemitismo para referirse a la decisión colombiana, una declaración repetitiva con la que el sionismo ataca a todo aquel que se opone a la barbarie y limpieza étnica que comete en Gaza.
En esta edición de Detrás de la Razón analizamos las consecuencias para el sionismo del rompimiento de lazos de Colombia con el régimen de Israel.
Por Juan Carlos Rozo
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