Todo comenzó con una casualidad. Los físicos Andre Geim y Konstantin Novoselov, investigadores de la Universidad de Manchester, buscaban crear la capa de grafito más delgada posible para su uso en la construcción de transistores de computadoras. Cuando ya casi se daban por vencidos, descubrieron un método peculiar utilizado en los laboratorios: el empleo de cinta adhesiva para limpiar minerales. En un día que parecía como cualquier otro, Geim optó por observar la cinta adhesiva en vez del pedazo de grafito en el microscopio, y así dio con el grafeno, un material revolucionario de propiedades extraordinarias, de gran interés para la investigación científica y tecnológica. Aquel hallazgo les valió el Premio Nobel de Física.
En esta conferencia, Andre Geim exploró el apasionante e intrincado camino hacia la comprensión y aplicación del grafeno, explicando por qué es considerado un material tan impactante, destacando los desafíos, las sorpresas y las revelaciones que marcaron su viaje hacia el reconocimiento mundial en el ámbito científico.
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