No hay, de momento, garantía alguna de un cese el fuego, según el propio EU, el mayor patrocinador político, económico y militar el régimen de Israel. Mientras el tiempo sigue pasando y los autoproclamados defensores de derechos humanos siguen "evaluando" las condiciones para el fin del genocidio en Gaza, mediante lamentos, pero con el mantenimiento permanente del apoyo a Israel, los bombardeos siguen. Gaza se ha convertido en una tierra de desgracia.
Luego de ocho meses, una comisión de la Organización de Naciones Unidas concluyó que el sionismo comete crímenes de guerra en Gaza, ocurre 37.000 muertos después, ocurre con más del 70% de la infraestructura en el enclave destruido, ocurre luego del impedimento del sionismo para la entrada de ayuda humanitaria, y ocurre luego de la destrucción de decenas de hospitales, ataques a refugios, escuelas, iglesias, mezquitas y campos de refugiados repletos de civiles. Luego de todo ello llega el informe de la ONU.
Hoy se cumplen 250 días de genocidio, hace solo un día, líderes mundiales se reunieron en Jordania y abogaron en efecto por un alto el fuego y por el ingreso de la asistencia humanitaria, pues en Gaza, el Ministerio de Salud advierte que los hospitales, los centros de salud y la única estación de oxígeno en la gobernación corren el riesgo de quedar fuera de servicio debido a la falta de combustible. También pidieron por la solución de los dos Estados, que sigue siendo completamente desproporcional a favor del régimen.
En esta edición de Detrás de la Razón analizamos la dramática situación humanitaria en la Franja de Gaza y las repercusiones que deja la reunión de Jordania que pedía un alto el fuego permanente en medio del genocidio, tras la propuesta de cese de hostilidades del régimen hecha por EU hace dos semanas, pero en medio de condicionamientos de la Casa blanca y el sionismo.
Por Juan Carlos Rozo
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