Casi 300 millas separan Libia de Sicilia. Este tramo se lo conoce como el cementerio de refugiados. En los últimos seis años, casi 16.000 personas han muerto o desaparecido frente la costa libia. Pero para muchos, un destino aún peor que ahogarse en el mar es acabar encerrado en un centro de detención libio. Desde la caída del dictador Muammar Gaddafi en 2011, las milicias libias luchan, en una guerra despiadada, por controlar la capital y el petróleo.
Libia es uno de los peores países del mundo para un refugiado o solicitante de asilo. Existe una probabilidad muy alta de que abusen de ti, y de que seas torturado o violado. Estos abusos ocurren sobre todo dentro de los centros de detención. Hay docenas de centros oficiales y clandestinos repartidos por toda Libia. Logramos entrar en uno de ellos y, allí, presenciamos las penosas condiciones en las que viven los refugiados.
Pero hay quienes intentan ayudar. Organizaciones humanitarias especializadas en rescates marinos se han lanzado al mar o al cielo para patrullar la zona. Acusadas de ayudar a la inmigración ilegal en Europa, estas ONG son el objetivo de numerosas demandas administrativas y judiciales que intentan obstaculizar su misión. Los seguimos durante varias semanas a bordo del barco de rescate 'Ocean Viking' y escuchamos las historias de aquellos que lograron escapar de los centros de detención.