El otro día tuve el placer de ser invitado a Tele 5 para hablar de mi libro.
Pero por un plot twist de manual, al final no hablé de mi libro y tampoco fue un placer.
Me tocó pasarme prácticamente la totalidad de mi intervención desenmarañando el mismo nudo de mentiras, exageraciones y falsedades, que tuvieron su parte de culpa en mi niñez y adolescencia cuando pasé a formar parte de los grupos que desde la televisión supuestamente denuncian.
¿Cómo se puede revertir este estado de cosas? ¿Desde que óptica debería abordarse el problema de los ultras y la radicalización? ¿Guarda relación el movimiento del fútbol con las ideologías políticas?
Son algunas de las preguntas que me hago y sobre las que como mínimo espero haber arrojado algo de luz.