Un hito del cine político radical y una de las películas visualmente más deslumbrantes jamás realizadas, este legendario himno a la revolución brilla en la pantalla como un sueño febril de rebelión. Como resultado de una colaboración extraordinariamente ambiciosa entre las industrias cinematográficas soviética y cubana, Soy Cuba, del director Mikhail Kalatozov , se desarrolla en cuatro viñetas explosivas que capturan la vida cubana al borde de la transformación, mientras la aplastante explotación económica y la desigualdad dan paso a un levantamiento de la clase trabajadora. . Respaldado por la conmovedora música de Carlos Fariñas, el deslumbrante trabajo de cámara de Sergei Urusevsky, una inspiración para generaciones de cineastas posteriores, da vuelo al mensaje de liberación de la película.