Otra escuela de la UNRWA ha sido atacada en la Franja de Gaza, van cuatro en solo cuatro días. Dos tercios de estos centros administrados por la ONU han sido bombardeadas directamente o alcanzadas por las detonaciones del sionismo.
Según la propia UNRWA, las escuelas han pasado de ser lugares seguros de educación y esperanza para los niños a refugios superpoblados y, a menudo, terminan en un lugar de muerte y miseria; sin embargo, las denuncias del organismo no son nada nuevas, se remontan, incluso, a mucho antes del genocidio que comenzó el 7 de octubre.
Sin embargo, la oficina dependiente de la ONU ha acordado con Jordania (que pudo haber desempeñado un mejor papel y no sumirse a los dictámenes del sionismo contra Palestina) reforzar sus apoyos para hacer frente a la desastrosa condición existente en Gaza.
Mientras las declaraciones quedan registradas ante la prensa, para ganar terreno, Israel sigue bombardeando de manera indiscriminada sin distinción alguna en el enclave. Hoy mismo ordenaba, nuevamente, a todos los civiles a abandonar la ciudad de Gaza, en el centro, y atacaba otra sede de la UNRWA, un día después de que al menos 27 personas fueran asesinadas y 53 resultaran heridas en una arremetida contra una escuela que albergaba a civiles desplazados en Jan Yunis.
En esta edición de Detrás de la Razón analizamos la catastrófica situación humanitaria en Gaza y los recientes llamados de organismos y gobiernos, que son considerados por ciudadanos alrededor del mundo como cómplices, para hacer frente al genocidio y sus consecuencias en la Franja de Gaza.
Por Juan Carlos Rozo
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