Guyana, el pequeño y desconocido país de Sudamérica, es el mundo de las nutrias gigantes, los jaguares y la majestuosa arpía, así como de otras impresionantes especies animales.
En el suroeste de Guyana se extienden las interminables sabanas. Esparcidas por las vastas llanuras, pastan las reses de los vaqueros indígenas.
Las pequeñas lagunas y los bosques insulares dan cobijo y hogar a numerosos animales: el «gallo de las rocas», de color naranja brillante, aprovecha la espesura para su extraordinaria danza de apareamiento. La anaconda caza en las aguas poco profundas. Si aumenta la sequía, se aventura en una larga y peligrosa migración por la sabana.
Tras meses de sequía, llega por fin la estación de las lluvias. Pronto los ríos se desbordan y convierten la sabana en un lakeland único. Cuando la crecida es suficiente, nace un misterioso lago, el lago Parime.