Despegan sin carrera y se precipitan hacia el objetivo siguiendo todas las reglas del vuelo acrobático. Un sistema de seguimiento, con miles de los dispositivos ópticos más avanzados, ayuda a determinar con precisión las coordenadas deseadas. Nada puede impedir el ataque de estos asesinos casi impecables. ¿Qué es esto, una especie de nueva superarma? ¿O criaturas de un thriller fantástico que quieren conquistar nuestro planeta?
No, estamos hablando de las conocidas libélulas normales. Solemos admirar a estos espectaculares insectos de ojos enormes, cuerpo brillante y alas transparentes. Pueden ser escarlatas, verdes o azules. Algunas brillan como metal líquido y otras parecen cristal coloreado o esmalte... Parecen encarnar la bondad y la belleza.
De hecho, estas simpáticas criaturas voladoras son uno de los depredadores más feroces y exitosos de la Tierra. Incluso los nombres de las especies de libélulas reflejan a menudo su naturaleza agresiva: por ejemplo, hay cazadoras de cuerpo ancho y cazadoras de cuatro manchas. Lo más probable es que una presa perseguida por una libélula esté condenada al fracaso. Su tasa de éxito en la caza es de casi el 100%, mientras que en los leones esta cifra alcanza solamente el 25%, en los lobos, el 14%, y en los osos, el 10%.
¿Sabe cómo han conseguido las libélulas sobresalir en la matanza? Es una historia absolutamente increíble. La estructura corporal y el ciclo vital de estos insectos son tan inusuales que bien podrían haber venido de otro planeta. Y aunque las libélulas tienen un origen terrestre, su mundo es sencillamente fascinante.
Sumerjámonos juntos en este mundo y aprendamos más sobre estas asombrosas criaturas: lindas y terribles, gráciles y armadas de la cabeza a la cola. Tan familiares, pero tan desconocidas.
¿Cómo sobrevivieron las libélulas a los dinosaurios? ¿Cuándo fueron gigantes del tamaño de un halcón? ¿Y quién convirtió a las libélulas en los superdrones más avanzados?
Libélulas.