Con ocho brazos, nueve cerebros y brazos que pueden estirarse hasta diez metros, los pulpos gigantes del Pacífico son criaturas extrañas.
Florian Graner, biólogo marino y cineasta especializado en fauna salvaje, expone la vida privada de estos parientes de los caracoles y los mejillones.
Logra filmar escenas impresionantes de una cita de pulpos gigantes y del cuidado desinteresado de una hembra: durante meses, la futura madre protege y abanica a su nidada, antes de morir, totalmente agotada.
Al mismo tiempo, Florian Graner sigue la evolución del joven pulpo gigante Eleonora en el Centro de Ciencias Marinas de Port Townsend. Al cabo de un año, Florian, lleno de respeto por un tipo diferente de inteligencia, devuelve el pulpo, ahora mucho más grande, al hábitat del que procede.