En la década de 1950, el psicólogo Solomon Asch ideó un estudio para investigar si la presión de los compañeros puede ser lo suficientemente fuerte como para cambiar nuestra percepción y hacernos creer en cosas que no son ciertas. Para hacerlo, preparó un ingenioso experimento sobre la conformidad que plantea preguntas sobre nuestra capacidad para pensar libremente.
Visita: www.patreon.com