La disonancia cognitiva se basa en la idea de que cuando dos ideas no son psicológicamente consistentes entre sí, las cambiamos y las hacemos consistentes. Si las dos ideas en conflicto están profundamente arraigadas en nuestra identidad, este desequilibrio mental puede volverse abrumador e intoxicar nuestros pensamientos y, como resultado, podemos creer incluso en las teorías de conspiración más absurdas.Mira nuestro vídeo sobre los orígenes de esta idea y su investigación original de 1954.
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