“Hemos sido testigos de una serie de intervenciones militares de Israel en Gaza con un nivel de muertes y destrucción sin parangón”. Así reaccionó el secretario general de la ONU, António Guterres, a los ataques del 11 de septiembre en la Franja de Gaza. Entre las víctimas mortales de esa jornada se contabilizaron seis trabajadores del organismo internacional.
Por Osvaldo Canales
Guterres también recalcó las violaciones del derecho militar internacional y la ausencia total de una protección efectiva de los civiles, puntualizando que lo ocurrido es "totalmente inaceptable".
Se exige una investigación efectiva y rendición de cuentas por el asesinato de casi 300 trabajadores de ayuda humanitaria en Gaza, de los cuales más de dos tercios eran empleados de la ONU.
La violencia sionista ha generado reacciones en varios países como el caso de Australia y Gran Bretaña, donde exigieron el fin del envío de armas a Tel Aviv y un alto al fuego inmediato.
Por su parte, el Movimiento de Resistencia de El Líbano, Hezbolá, apuntó a la principal base de defensa aérea antimisiles del Comando Norte en el cuartel de Berea en los territorios ocupados por Israel.
Frente a esto, el líder de Hamás, Yahya Sinwar, se dirigió al movimiento libanés señalando: "Les agradecemos su solidaridad, que se mezcla con sentimiento honesto y honorable, y se cristaliza en sus auspiciosas acciones en los frentes del eje de resistencia".
En esta edición de Detrás de la Razón analizamos las repercusiones que deja el creciente rechazo al genocidio de Israel en la Franja de Gaza y las advertencias del Eje de la Resistencia a Tel Aviv por los ataques contra los palestinos y los líderes de los Movimientos de Resistencia.
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