El 14 de agosto de 1971, Luciano Cruz muere a los 27 años debido a una fuga de gas en un departamento santiaguino.
El pueblo chileno perdía a uno de sus más promisorios dirigentes revolucionarios. Fue una inmensa e insustituible pérdida para el MIR, miembro fundador, dirigente de la organización desde 1965.
Los funerales en Santiago fueron multitudinarios. Contó con la presencia de Salvador Allende, Clotario Blest, entre otros. Más de treinta mil personas, venidas desde todo el país, acompañaron a Luciano hasta el Cementerio General en la demostración más elocuente de decisión revolucionaria, mostrando el MIR una fuerza de masas que casi todo el espectro político chileno ignoraba o negaba hasta entonces.
Al despedirlo, Miguel manifestó que "era nuestro líder de masas, nuestra mejor expresión popular, el pueblo lo quería, seguía y respetaba (...) Los trabajadores han perdido un líder, los revolucionarios han perdido compañero y nosotros un militante, amigo y hermano de lucha. Su vida fue ejemplo para nosotros y lo será para generaciones venideras. Luciano será ejemplo para miles de jóvenes del pueblo que no quieren vivir de rodillas en la miseria.
Su muerte habrá de ser un impulso para la lucha que se avecina. Juramos frente a nuestro compañero de lucha combatir implacablemente a los enemigos del pueblo, luchar por conquistar el poder para los trabajadores, por instaurar un gobierno revolucionario de obreros y campesinos y por construir el socialismo en Chile".
Archivo: Cineteca de la U. de Chile
Registro: Jorge Müller (documentalista del MIR, detenido desaparecido).