Verano del 2012, en el suelo de una administración de loterías aparece un décimo. La sorpresa viene cuando el lotero que lo encontró se da cuenta de que está premiado con 4,7 millones de euros.
El lotero entregó el décimo al delegado de loterías de la localidad, A Coruña. La historia comienza a complicarse por lo que la SELAE (Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado) decide contactar con la policía para encontrar al legítimo dueño.
Tras analizar las 11 huellas que se encuentran sobre el billete, 5 de ellas son no identificables y las otras 6 son anónimas. 11 años más tarde el décimo se encuentra custodiado en una caja fuerte de Loterías del Estado. Hasta 317 personas han intentado reclamar el jugoso premio.
"En Portada" reconstruye la historia del décimo sin dueño en búsqueda del afortunado.
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