Myanmar es un país de contrastes drásticos. Mientras en las ciudades lucen las pagodas adornadas con diamantes y los funcionarios viven en palacios, la gente común experimenta pobreza extrema. Algunos, por ejemplo, venden sus motocicletas por no tener dinero para comprar comida.
Recorrí varias partes de Myanmar, incluida la capital Naypyidaw y la ciudad de Mandalay, famosa por sus pagodas adornadas con el oro macizo. Participé en el ritual del Año Nuevo, echando agua a los transeúntes, y conversé con un monje para saber más de las tradiciones del budismo.
¿Cómo es la vida en Myanmar? ¿Cómo se sienten los lugareños? ¡Acompáñenme en este viaje para conocerlo!