Últimamente hablamos mucho de los peligros que tiene el teléfono móvil para nuestros hijos. Si es conveniente retrasar la edad en la que nuestros hijos tienen un móvil o sí, incluso, es mejor prohibir este dispositivo en los centros educativos.
Y es que, como dice @marc.masip, el teléfono móvil puede llegar a ser peor que las drogas. Genera adicción como ya sabemos. Y utilizarlo mal es muy fácil.
Por eso es tan importante no solo que nos formemos como padres, educadores y maestros. Sino también que enseñemos a nuestros hijos a hacer un uso responsable de las nuevas tecnologías, utilizarlo bien.
Y para ello, tenemos también que utilizarlo bien nosotros mismos. ¿Qué tal si empezamos estos días a dejar el teléfono a un lado y no en la mesa mientras estamos comiendo o cenando con la familia? ¿ O si dejamos el teléfono fuera de la habitación cuando nos vamos a dormir? O si en lugar de estar mirando las redes sociales compartimos un ratito de juego con nuestros hijos, aunque no nos guste ese juego…
¿Qué os parece, familia?
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