El objetivo, para Irán, es preservar la seguridad regional, frente al terrorismo que ahora enfrenta el gobierno sirio, un terrorismo, que según Teherán, tiene el sello de Israel y Estados Unidos.
Irán dice buscar una vía para detener las agresiones en la región, para ello ha mantenido contactos con Rusia, Catar, Irak y Siria; según el presidente Masud Pezeshkian, no se puede permitir otro genocidio, como el que ocurre en la Franja de Gaza.
Irak, mientras tanto, blindó su frontera occidental, la línea limítrofe con Siria, aunque asegura que no hay motivos para preocuparse, insiste en que no permitirá que nadie socave su seguridad y soberanía.
En Siria, las fuerzas gubernamentales, con apoyo de las rusas, siguen ejecutando golpes a los terroristas; ataques concentrados han acabado, según la prensa estatal, con centros terroristas en el campo norte de Idlib y Hama.
Irán, Rusia y Turquía se reunirán en Catar el próximo viernes, en un nuevo Formato de Astaná, para buscar opciones de solución a la situación en Siria, alentada por factores externos. Catar dice mostrarse mediador, el mismo discurso, que aunque sin resultados, mostró para una posible tregua en la Franja de Gaza que no ha llegado.
En esta edición de Detrás de la Razón nos adentramos en las consecuencias que puede tener para la región de Asia Occidental el resurgimiento del terrorismo en Siria.
Por Juan Carlos Rozo
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