En este Perdón, Centennials descubriremos cómo dos franquicias de dulces personajes que alegraron nuestra infancia en los 80s y 90s, se convirtieron en un imperio comercial de más de 200 millones de dólares. Desde tarjetas de felicitación hasta muñecos con aroma a fresa, la historia detrás de Frutillitas y los Ositos Cariñosos (o cariñositos o amorosos, como gustes) revela que detrás de tanto amor y arcoíris, había una máquina de hacer dinero perfectamente diseñada.