La envidia nos susurra el deseo de poseer lo que otros tienen, mientras que los celos nos advierten del miedo de perder lo que ya creemos nuestro. En las sociedades actuales estos sentimientos son estimulados por la glorificación del éxito, las elecciones de consumo y la competencia desenfrenada. Sin embargo, a pesar de su connotación negativa, estas emociones pueden ser esenciales para la socialización. Los celos, por ejemplo, permiten reconocer los deseos de los demás, mientras que la envidia puede motivarnos a alcanzar nuestras metas. Si se canalizan correctamente, incluso pueden ser importantes agentes de cambios sociales positivos.
La filósofa eslovena Renata Salecl, una de las pensadoras más influyentes de la actualidad, abordó los claroscuros de estos sentimientos humanos revelando cómo pueden influir en nuestras vidas y en el tejido social que compartimos.
Presenta Colbún y Coopeuch. Proyecto financiado por PAOCC.
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