El 9 de julio mi amigo Alberto Naisberg de 99 años de edad se quedó ciego. De repente se despertó y no veía nada. El otro día fui a su casa a conversar con él para ver cómo estaba y antes de empezar a hablar me preguntó si quería grabar la conversación. Por suerte tenía mis micrófonos y la cámara, así que lo grabé. Pensé que me iba a encontrar a alguien deprimido, bajoneado por la mala noticia de quedarse ciego. Pero Alberto una vez más me sorprendió y me enseñó muchísimo. Alberto, a sus 99 años de edad, ciego, ve cosas ahora que antes no veía. Quedé muy conmovido por la conversación, espero que te guste tanto como a mí.
Soy Gerry Garbulsky y quiero que juntos aprendamos durante toda la vida.
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