El hielo que cubre el río es traicionero y de apariencia siempre cambiante. A pesar de esto, Tuguldur tiene que encontrar un punto adecuado para cruzar el río. Este niño nómada de 10 años va solo a caballo a la escuela y cada vez debe cruzar el río helado Tunkhel en el norte de Mongolia. Su jornada escolar comienza por la tarde. Debido a que el sol ha ablandado el hielo en algunas partes de la superficie del río, no puede confiar en el hielo en todas partes. Una decisión equivocada y su caballo podría resbalar en el hielo, con él sobre su lomo, o atravesar el agua fría. Incluso si en tal situación saliera ileso, el pequeño Tuguldur no lograría volver a montar solo en la silla del caballo.
Para la niña nómada mongol Delgertsetseg, el camino a la escuela es igualmente difícil. La niña de 12 años empieza temprano la escuela, cuando el termómetro de su casa marca -30 grados centígrados. Su padre la lleva al pueblo bajo la luz de la luna, a través de profundos surcos y resbaladizas pendientes de nieve. Debido a la posibilidad de resbalar sobre el hielo y los peligros evidentes que conlleva, la policía ha prohibido el uso de motocicletas en los pueblos durante los meses de invierno. Sin embargo, el padre de Delgertsetseg no tiene otra opción: no tiene dinero para comprar un coche más seguro.
Lo que estos dos niños nómadas tienen en común es su ansia por la primavera cálida y sin hielo, aunque tengan que superar las dificultades de esta ruta escolar la víspera del tradicional Año Nuevo Mongol.
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