347 utenti


Libri.itCANTO DI NATALEROSALIE SOGNA…ALICE SOTTO TERRA - WHITE RABBIT EDITIONMADEMOISELLE SOPHIE O LA FAVOLA DEL LEONE E DELL’IPPOPOTAMOMEDARDO
Emergency

Fai un link ad Arcoiris Tv

Fai un link ad Arcoiris Tv

Utilizza uno dei nostri banner!












Pangea: Descubriendo el último supercontinente legendario de la prehistoria

ArcoirisTV
1.3/5 (11 voti)
Condividi Segnala errore

Codice da incorporare

Dimensioni video

Scheda da incorporare

Riproduci solo audio:
Arcoiris - TV
Pangea, el legendario supercontinente que dominó la superficie de la Tierra hace cientos de millones de años, fascina a científicos y aficionados a la geología de todo el mundo. Su formación, evolución y fragmentación son una parte clave de la historia de la Tierra. Este supercontinente único abarca casi todas las masas terrestres modernas, formando una inmensa extensión de tierra rodeada por un océano global llamado Panthalassa. Estrechamente vinculada a la tectónica de placas, la historia de Pangea revela pistas cruciales sobre las fuerzas geológicas que han ido dando forma a nuestro planeta durante miles de millones de años.

Los orígenes de Pangea se remontan a la era paleozoica, hace unos 335 millones de años. En esa época, lentos pero poderosos movimientos tectónicos empezaron a unir fragmentos de antiguos continentes en un único bloque colosal. Este proceso marcó un importante punto de inflexión geológico, que influyó en los ecosistemas, los climas y la distribución de la vida en la Tierra. Pangea existió durante unos 160 millones de años, un periodo relativamente corto a escala geológica, pero suficiente para dejar una huella indeleble en el planeta.

Comprender Pangea es adentrarse en el fascinante mundo de la tectónica de placas. Esta teoría, desarrollada en el siglo XX, explica cómo se desplazan las placas litosféricas sobre la astenosfera. Las fuerzas responsables de estos movimientos, en particular la convección en el manto terrestre, condujeron al ensamblaje de Pangea. Las colisiones continentales masivas formaron vastas cadenas montañosas como los Apalaches y los Montes Urales, hoy mudos testigos de la época en que estas tierras estaban unidas.

Pangea también influyó profundamente en el clima de la época. Dado su gigantesco tamaño, incluía inmensas regiones interiores alejadas de las influencias oceánicas, lo que favoreció climas áridos y desérticos en determinadas zonas. En cambio, las regiones costeras eran a menudo húmedas y tropicales, lo que permitió el desarrollo de vastos bosques y pantanos ricos en biodiversidad. Estos exuberantes ecosistemas dieron lugar a los yacimientos de carbón que aún hoy abastecen las necesidades energéticas de la humanidad.

La vida en Pangea también ofrece un fascinante tema de estudio. Este supercontinente albergó especies terrestres y acuáticas que evolucionaron en un mundo sin fronteras continentales. Los fósiles hallados en regiones que ahora están muy alejadas, como África y Sudamérica, son testigos de este periodo de unidad geográfica. Por ejemplo, los fósiles de Mesosaurus, un reptil acuático, se encuentran tanto en África como en Sudamérica, lo que confirma que estos continentes estuvieron unidos en el pasado.

Sin embargo, Pangea no estaba destinada a durar para siempre. Hace unos 175 millones de años, fuerzas internas empezaron a separarla, marcando el inicio de la formación de los continentes modernos. La separación de Pangea dio lugar a dos supercontinentes distintos: Gondwana en el sur y Laurasia en el norte. Estas dos entidades se separaron a su vez para formar los continentes que conocemos hoy. Este proceso, que aún continúa, es responsable de las cordilleras, terremotos y volcanes que constantemente dan forma a nuestro planeta.

La desintegración de Pangea tuvo importantes repercusiones en los ecosistemas y el clima mundial. Al separarse los continentes, se formaron nuevos océanos que alteraron las corrientes oceánicas y redistribuyeron el calor por todo el planeta. Estos cambios también influyeron en la evolución de las especies, favoreciendo la diversificación y el aislamiento genético que han dado lugar a la flora y la fauna modernas.

La investigación sobre Pangea también está permitiendo comprender mejor los recursos naturales de nuestro planeta. Los yacimientos de minerales, petróleo y gas natural que explotamos hoy en día están a menudo vinculados a los procesos tectónicos que dieron forma a este supercontinente. Por ejemplo, los yacimientos de carbón que se encuentran en Norteamérica y Europa proceden de los frondosos bosques que existían durante el periodo Carbonífero, cuando Pangea dominaba.

Hoy en día, comprender Pangea y los supercontinentes del pasado desempeña un papel esencial en las ciencias de la Tierra. Nos permite predecir los futuros movimientos de las placas tectónicas. Algunos científicos creen que en el futuro podría formarse un nuevo supercontinente, a veces llamado «Pangea Ultima», que devolvería a los continentes actuales una nueva configuración unificada.

Per pubblicare il tuo commento, riempi i campi sottostanti e clicca su "Invia". Riceverai una email con la richiesta di conferma.