8 de noviembre del año 324 d.C. El Imperio Romano ya ha gobernado durante más de cinco siglos sobre tierras que se extienden desde el Atlántico hasta Mesopotamia y desde el Mar del Norte hasta el Sahara. Roma, la ciudad donde todo empezó, tiene ya 1.077 años y es la ciudad más grande, más poblada y más rica del mundo, pero el emperador Constantino I ha decidido fundar una nueva capital desde la que gobernar el Mundo Romano. Será una nueva Roma que se levantará sobre una antigua ciudad griega, Bizancio, que, situada a orillas del Bósforo, controlará los caminos y rutas que van de Asia a Europa y del Mar Negro al Mediterráneo. La nueva Roma se llamará Constantinopla y, a partir del 11 de mayo del año 330, crecerá, se enriquecerá y envejecerá a lo largo de 1.123 años como sede del Imperio Romano.