El creyente no tiene un pensamiento critico.
Creer no es saber, sólo es cosa de fe. El creyente no reconoce y valoriza las culturas que le son ajenas.
Aunque siempre he sido de naturaleza escéptica, hubo una larga época de mi vida en la que aceptaba como certeza la resurrección de Jesucristo. Es extraño, ¿verdad? Por supuesto, yo concluí el ateísmo hace relativamente poco tiempo y el resto de mi vida previo a ese enorme logro seguí la doctrina cristiana. El punto es que ahora, desde la esquina del pensamiento libre, pude entender por qué las personas, ...
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