El pueblo chileno se levantó, se cansó de callar y salió a las calles a demostrar su descontento con el Gobierno de Sebastián Piñera.
Pero el presidente, como buen demócrata con buen juicio, sacó a sus fuerzas de seguridad a la calle a reprimir a los protestantes, decretó un Estado de Excepción y dejó en manos de los militares, quienes no dudaron en hacerse sentir, el toque de queda.
Sin embargo el pueblo chileno no se dejó apaciguar y siguió en las calles demostrando que ellos también saben hacerse escuchar.
(En realidad no es sólo contra este ...
continua