La madre de todas las bombas fue la que lanzó el presidente de EE.UU., Donald Trump, en Pekín. No sabemos si es lo que quería, pero sobre todo, si ha calculado lo que saldrá del avispero. El golpe es muy duro, impuestos de hasta 60.000 millones de dólares sobre productos chinos, con aranceles de hasta el 25 %.
Mi pregunta: ¿el hecho que sea una guerra comercial, deja de ser guerra en su esencia? No. Es un ataque a la seguridad de una nación, porque la debilita. Entonces la debemos de entender así, como un ataque para que duela, para controlar, para someter, ...
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