“Vivimos en un mundo en el que la posibilidad de ver la vida humana como algo sagrado —esa idea inspirada en la Biblia de que nuestras vidas tienen un valor intrínseco y no debería reducirse a lo que consumimos— nunca ha estado tan amenazada”.
Amy Orr-Ewing, vicepresidenta senior de RZIM, nos plantea una forma única de ver el mundo, una forma que no nos denigra pero es realista en cuanto a nuestro egoísmo, y que nos ofrece nada menos que la transformación del corazón humano.
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