Recuperamos en este capítulo nuestro hilo conductor anterior, con un texto de Lacan muy interesante que nos habla de que el neurótico encuentra satisfacción en su desgracia. Los síntomas hacen la vida imposible al yo, pero, en el fondo, no son el problema, sino la solución a un problema. Solucionar una solución es siempre una tarea de alto riesgo, porque te puedes dar de narices con el verdadero problema. Proponemos aquí un esquema de Miguel Brieva que resume la cuestión. Somos una “nada parlante”, porque, para poder hablar, todos hemos tenido que ofrecer ...
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