El detonador del reciente estallido social en Guatemala fue el enérgico rechazo popular al mayor presupuesto de su historia, más de 12 mil millones de dólares aprobados de forma opaca, ilegal y aumentando el endeudamiento externo y reduciendo la ya miserable inversión social en educación, salud, y en combatir la pobreza.
El colmo del cinismo es que el presidente Giammattei invocó la Carta Democrática Interamericana, concebida para una situación de golpe de Estado y pidió al supergolpista Luis Almagro que lleve a la OEA en su auxilio, lo que exacerbó la ...
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