En Lisboa, hoy se cuentan nueve turistas por cada vecino y la especulación urbanística se dispara. Con el sello "Tiendas con historia", el ayuntamiento trata de salvar a los viejos comercios y lucha por "la sobrevivencia de la vieja alma de Lisboa”.
Sofia Tempero, historiadora del Departamento de Patrimonio Cultural del ayuntamiento de la capital portuguesa, dirige uno de los equipos de rescate de esta iniciativa municipal. Según ella, "los viejos comercios hacen a Lisboa inmortal, pues son su memoria viva. En ellos compraba mi abuela y también yo: jabón ...
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