En el año 44, tras la muerte de Herodes Agripa I, sobrino-nieto de Herodes el Grande, Judea se convirtió definitivamente en una provincia romana.
El rechazo de los judíos a la presencia romana en su territorio había sido una constante desde la muerte de Herodes el Grande, en el año 4 a.C., pero se agudizó tras la muerte de Herodes Agripa I, hasta que en el año 66 estalló una revuelta en Cesárea contra el gobernador romano. Este primer conato fue sofocado, pero el levantamiento llegó hasta Jerusalén, donde el ejército romano fue derrotado.
El emperador ...
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