¿Cuánto hay de cierto en la idílica postal que imaginamos al pensar en Río de Janeiro? Pues la verdad es que el nivel de contaminación del agua es tan elevado que la realidad es muy diferente de lo que muchos creen. De hecho, la biodiversidad de la zona está en serio peligro, y con ella la vida de los pescadores y el futuro de todos aquellos que viven del mar, quienes asisten aterrados a semejante crimen medioambiental sintiéndose prácticamente impotentes.