En México, la lucha libre va más allá del deporte, es parte de la cultura, junto con los tacos y el tequila. Los luchadores son vistos como superhéroes, modelos de disciplina, respeto y humildad para los jóvenes, dentro y fuera del ring.
Herederos como Atlantis Jr. viajan además al extranjero para representar a México, ampliando su reconocimiento internacional. Este deporte, con más de 90 años de historia, sigue cautivando a las multitudes tanto en México como en el extranjero.
Pero de acuerdo con Atlantis Jr., el ring no deja de ser el espacio sagrado, donde la preparación y el entrenamiento son cruciales. Aunque se piensa que la lucha está coreografiada, la realidad dice es que requiere habilidades y dedicación. Las luchas más emocionantes son aquellas donde se arriesga la máscara o la cabellera, símbolos de misticismo y honor.
El escenario de todo es la Arena México, un sitio con capacidad para 15 mil personas, donde la rivalidad entre "técnicos" y "rudos" alcanza su punto máximo. Atlantis Jr., siguiendo los pasos de su padre, busca destacar en este mundo competitivo.