Cada vez más británicos dan la espalda al caos del Brexit y buscan recomenzar su vida en Francia. Pero, debido a la salida de su país de la Ue, ahora tienen que superar muchos obstáculos burocráticos.
Nicola y Graham Parker buscan suerte en el suroeste de Francia. Hartos de la crisis económica y del caos del Brexit, vendieron su casa en Inglaterra y han comprado una finca en Montignac-de-Lauzun. Como ellos, unos 9.000 británicos se han trasladado a la Dordoña.
Pero la salida del Reino Unido de la Ue complica el nuevo comienzo, ya que ahora hay trabas burocráticas que cuestan dinero y nervios. Solicitar un permiso de residencia, demostrar conocimientos de francés, pasar pruebas de naturalización. Además, hay lugareños que miran con recelo a los británicos, que ahora caracterizan a localidades enteras.