El cambio climático no es nuevo para las petroleras. Los grandes consorcios de hidrocarburos llevan 40 años investigando la relación entre las emisiones de CO2 y el calentamiento global. El problema está en que ocultaron o maquillaron los resultados.
En los años 70, las grandes petroleras encargaron investigaciones sobre el cambio climático. Los estudios realizados pronosticaron con gran exactitud el calentamiento global que vivimos hoy. Pero en lugar de asumir su responsabilidad, ocultaron sus propios estudios. Al igual que hizo la industria del tabaco con anterioridad, las petroleras gastaron millones en una campaña de desinformación para poner en duda los hallazgos científicos.
En los Estados Unidos, las petroleras sembraron dudas sobre el origen antropogénico del cambio climático para evitar una política medioambiental, que pudiera traducirse en un freno a los combustibles fósiles. En la actualidad, hay decenas de demandas pendientes por fraude.
Por ejemplo, la ciudad de Charleston, en el sureste de Estados Unidos, ha demandado a la industria de hidrocarburos a la que responsabilizan de las crecientes inundaciones en la ciudad, exigiéndole indemnizaciones. La disputa legal podría sentar precedentes porque los demandantes aseguran que, de no haber ocultado la industria sus investigaciones, se habrían ganado varias décadas para contrarrestar eficazmente el cambio climático.