Corea del Norte: geográficamente insignificante, geopolíticamente en el centro de atención. El país está aislado, la población es pobre. La dinastía Kim gobierna en tercera generación. ¿Con qué medios ejerce el poder, incluso a nivel mundial?
El programa nuclear es un componente central de la estrategia norcoreana. Desde hace décadas, el régimen dedica cada vez más recursos a la bomba. En 2006, Corea del Norte detonó por primera vez una bomba nuclear, lanzando el mensaje al mundo de que era una fuerza a tener en cuenta. La dinastía Kim tiene poder militar y al mismo tiempo socios fuertes. China considera al país una zona de amortiguación militar y lo mantiene en una fuerte dependencia económica. Con este entorno de seguridad, Corea del Norte se yergue como una amenaza y ni siquiera rehúye la confrontación con Estados Unidos. Ahora Corea del Norte busca cerrar filas con Rusia y apoyar a Putin en la guerra contra Ucrania.
La propaganda, la intimidación y la vigilancia forman los pilares internos de la sociedad norcoreana. Son estructuras de un hermetismo absoluto a las que apenas nadie tiene acceso. Y es que el país está estrictamente aislado del mundo exterior. El fundador de la dinastía Kim fue Kim Il-sung, que se mantuvo en el poder de 1948 a 1994. Con un culto a su persona, sin parangón en el mundo, creó un régimen diseñado a su voluntad. Tras su muerte, su hijo Kim Jong-il toma el timón hasta 2011. A este le sucede su hijo menor, Kim Jong-un quien ha dispuesto que, en caso de fallecimiento, sean su hermana o su hija quienes asuman el poder. Es un asunto de familia. El Gobierno norcoreano ejerce un control absoluto sobre el país y su población, con un sistema de vigilancia sin resquicios, utilizando todos los instrumentos de represión estatal, desde la intimidación hasta los campos de trabajos forzados e incluso la pena de muerte.
Con la ayuda de destacados expertos, entre ellos antiguos funcionarios del régimen de Pionyang, el reportaje analiza las estrategias del régimen norcoreano.