El Deutsche Bank descarriló en la década de 2000 debido a la codicia de sus directivos. Esto contribuyó significativamente a la crisis financiera de 2007/2008. Las consecuencias: miles de millones en multas y una institución alemana en declive.
El Deutsche Bank, otrora emblema de la economía alemana, atraviesa una fuerte crisis. En la década de 2000, el banco asumió demasiados riesgos a la caza de beneficios cada vez mayores. Como quería convertirse en un "actor global", la dirección dio carta blanca a sus banqueros de inversión y contribuyó así decisivamente a la crisis financiera de 2007/2008. Actualmente, las autoridades supervisoras siguen imponiendo multas que ascienden ya a decenas de miles de millones.
Las víctimas son los clientes y accionistas del Deutsche Bank. El precio de la acción ronda los diez euros. Hace veinte años, todavía alcanzaba los 60 euros. El documental muestra que solo los banqueros de inversión hicieron un buen negocio. Muchos de ellos se embolsaron millones en primas año tras año, se volvieron cada vez más codiciosos e ignoraron las normas y las leyes.