Los efectos del cambio climático afectan a miles de millones de personas en urbes de todo el mundo. Más naturaleza y una planificación urbana sostenible ayudan a reducir daños y a mejorar la vida en las ciudades.
La arquitecta paisajista tailandesa Kotchakorn Voraarkhom nos muestra cómo hacerlo. Su ciudad natal, Bangkok, se ve especialmente golpeada por el cambio climático. Desde hace años, la región metropolitana, con unos 15 millones de habitantes, afronta fuertes lluvias e inundaciones. El riesgo de inundaciones es enorme, ya que la megaciudad está situada apenas por encima del nivel del mar y cada año se hunde más. Para contrarrestarlo, Kotchakorn Voraarkhom apuesta por la arquitectura sostenible e intenta generar más espacio para la naturaleza en la jungla de cemento. Su enfoque abre nuevos horizontes y sirve de ejemplo para otras regiones.
El alemán Georg Hofer es un pionero de los materiales de construcción naturales y apuesta por la arcilla, un material de construcción centenario. Sus propiedades positivas son numerosas, también en la lucha contra el aumento de las temperaturas. La producción de arcilla requiere poca energía, apenas provoca CO2 y no es contaminante. El material también puede regular la temperatura. En verano, las casas de arcilla se mantienen frescas, mientras que en invierno almacenan mejor el calor.