Gracia, de 18 años, tiene un gran sueño: jugar al fútbol. Pero en la República Centroafricana no se considera apropiado que las mujeres practiquen este deporte. Muchos se oponen a los deseos de Gracia, no solo su madre.
Su madre quiere que lleve vestidos y no pantalones. Gracia debe comportarse tal como se espera de las jóvenes en la República Centroafricana. A menudo hay discusiones. En la escuela también es difícil. Como no quiere llevar vestido y frecuentemente se peina de forma un tanto particular, a veces no la dejan participar en clase. Además, como se dedica demasiado al fútbol, sus notas son tan malas que la expulsan del colegio.
Pero Gracia no escatima esfuerzos para convertirse en una buena futbolista y para que algún día la recluten en la selección nacional. Incluso recurre a la ayuda de un mago y lucha por llegar a lo más alto con determinación e incluso algo de obstinación.