Los nanocuerpos de la sangre de camélido están causando una revolución médica. Gracias a sus propiedades, pueden tener múltiples usos, tanto en enfermedades infecciosas como en la lucha contra el cáncer o Alzheimer.
Son diminutos anticuerpos con grandes efectos: la sangre de los camélidos tiene superpoderes inmunológicos. Todo empezó en la década de 1990 con un descubrimiento casual en la Universidad Libre de Bruselas: al utilizar sangre de dromedario en un experimento, unos estudiantes hallaron unos anticuerpos desconocidos hasta entonces. Los científicos de la universidad advirtieron que estos anticuerpos aparecen en todas las especies de camélidos. Pero, sobre todo, que tienen propiedades asombrosas: de la base del anticuerpo pueden separarse pequeños fragmentos sin causarles ningún daño y sin que pierdan capacidad de unión.
Así nació el nanocuerpo, una molécula diminuta y extremadamente robusta que, gracias a su pequeño tamaño, puede penetrar en zonas en las que los anticuerpos no caben y adherirse a antígenos patógenos.
Este descubrimiento desencadenó una ola de innovaciones y grandes expectativas entre las grandes farmacéuticas. En 2018 se lanzó el primer medicamento basado en nanocuerpos para tratar un trastorno autoinmune de la coagulación de la sangre. No tardaron en desarrollarse otras posibles aplicaciones. En el tratamiento del cáncer, el diagnóstico del Alzheimer o la eliminación de bacterias patógenas, los anticuerpos de camélido son tan eficaces que muchos centros de investigación médica ya cuentan con rebaños de llamas o alpacas.
Pero, ¿por qué tienen precisamente los camélidos tales superpoderes inmunológicos? Con la ayuda de microbiólogos y zoólogos especializados, el documental explica las sorprendentes propiedades de estos mamíferos y la revolución médica de los nanocuerpos.