Los pantanos y humedales contienen más carbono que todo el resto de la vegetación del suelo. Cuando se derrite el permafrost, se liberan gases de efecto invernadero, que a su vez aceleran el calentamiento global.
Los pantanos y humedales desempeñan un papel importante en el calentamiento global porque influyen en el ciclo de los gases de efecto invernadero. Sin embargo, no todos los pantanos son iguales: algunos de ellos fijan el carbono, mientras que otros lo liberan a la atmósfera en forma de emisiones de dióxido de carbono y metano.
Este documental acompaña el trabajo de dos equipos de investigación que estudian la influencia de los pantanos y humedales en el clima. Efectivamente, al derretirse el permafrost, se escapan gases de efecto invernadero, pero también los pantanos y humedales que se han visto en desequilibrio, como en el caso de las plantaciones para la producción de aceite de palma, aceleran el cambio climático. Este documental explica lo que sucede cuando el carbono de los pantanos y humedales escapa a la atmósfera y cómo puede utilizarse el potencial de la naturaleza para frenar el cambio climático. "Los pantanos europeos contienen cinco veces más carbono que los bosques europeos, por lo tanto, es muy importante que el carbono permanezca en el pantano", afirma Minna Väliranta, del Centro de Investigación Ambiental de la Universidad de Helsinki. La experta y su equipo realizan una investigación de campo para recopilar datos sobre los efectos del calentamiento global en los pantanos de permafrost del Ártico. Hasta ahora existían solo pocos datos sobre el extremo norte de Europa pues se habían simplemente generalizado los resultados de las investigaciones en otras regiones.