Antes, la Ciudad de México era temida. Hoy, esta megaciudad es una atracción turística. La ciudad ha conservado su espíritu de lucha; en algunos lugares como un gran espectáculo, en otros, para sobrevivir.
Con unos 22 millones de habitantes, Ciudad de México es la ciudad de habla hispana más grande del mundo. No solo por eso atrae cada año a más turistas. Esta megalópolis ofrece prácticamente todo lo que el viajero busca: historia, cultura, arte, música, excelente comida callejera, restaurantes con estrellas, una naturaleza espectacular y sus habitantes, conocidos por su actitud abierta, respetuosa y positiva ante la vida.
Lalo García, por ejemplo, es un chef destacado en la escena culinaria de México. Vive el sueño americano a la inversa: creció como hijo de inmigrantes ilegales en Estados Unidos y fue deportado de adulto a México, un país que apenas conocía, pero donde encontró su éxito y felicidad.
Ángel Palafox fue piloto. Se dio cuenta de que en Ciudad de México se puede ganar mucho dinero operando ambulancias privadas ya que hay muy pocas públicas para una ciudad de 22 millones de habitantes. Las empresas privadas llenan ese vacío y ganan dinero con ello. Algunas, como la de Ángel, están bien equipadas, con paramédicos o médicos. Otras son furgonetas adaptadas con equipamiento mínimo. Para llegar lo más rápido posible al lugar, siguen el escáner de la policía y buscan en Facebook publicaciones de accidentes. Reparten tarjetas de presentación frente a los hospitales por si se necesita un transporte de emergencia. Es un negocio basado en la necesidad, pero también un servicio importante en un sistema de salud infrafinanciado.
Además, este documental acompaña a la alcaldesa ciclista de la ciudad y ofrece una visión de la vida privada de los luchadores y luchadoras de la Lucha Libre mexicana. Todos los protagonistas representan cuán creativos y combativos son los habitantes de CDMX.
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