Abandonar determinados movimientos religiosos es un proceso largo y doloroso. Hasta ahora, esto apenas se ha documentado y pocos hablan de las luchas y recaídas que duran años. Cinco exmiembros cuentan sus experiencias.
El documental sobre personas que han abandonado nuevos movimientos religiosos muestra cuán profunda es la dependencia y lo difícil que es liberarse del condicionamiento adquirido.
Nicolas estuvo expuesto a esa influencia desde su nacimiento ya que sus padres son Testigos de Jehová. A los 22 años de edad, logró desvincularse de la comunidad, aunque eso conllevó romper el contacto con su familia.
Julie tenía 31 años y Yohann 20 cuando cayeron en el movimiento francés "Université de la relation" durante lo que se anunciaba como un seminario sobre desarrollo personal.
David y François se convirtieron en "Guerreros de la Luz" porque entrenaban Kung-Fu en el Parque de la Villette de París. Y permanecieron allí durante diez años.
Todos ellos hablan de una sutil y progresiva manipulación y de cómo fueron completamente absorbidos en un mundo paralelo.
Los conmovedores relatos de los exmiembros en su largo camino hacia una vida normal se complementan con una mirada al trabajo de una unidad policial francesa especializada en nuevos movimientos religiosos.