Un robot que pinta y un asador mecatrónico: para el empresario Cristian Amaya la innovación no tiene límites. Vino de Colombia a Berlín para estudiar. Pero se quedó para cumplir un sueño: fabricar robots que se encarguen de las tareas pesadas que realizan los humanos. El primero es un robot que pinta muros y grandes superficies de manera automatizada: ¡un gran ayudante en el sector de la construcción! ¡Adiós al esfuerzo físico y los problemas musculares asociados a ese arduo trabajo!