El 11 de marzo de 2011, la central nuclear de Fukushima Daiichi fue víctima de la más desgarradora furia de la naturaleza. Japón sufrió el terremoto más intenso de su historia. La tierra rugió y los mares enviaron una devastación en forma de tsunami que arrasó la costa noreste del país.
En la planta de Fukushima, presa de la ira de un terremoto que hizo caer la red eléctrica nacional y un tsunami que destruyó los generadores diésel de emergencia, se desencadenó el segundo accidente nuclear más grave de la historia.
Operada por la empresa Tokyo Electric Power Company (TEPCO), no fue capaz de luchar contra el desastre. Una cascada de fallos tecnológicos que culminaron en la pérdida de control sobre la planta y sus reactores. A merced de un incontrolable infierno radiactivo, incapaces de refrigerar sus entrañas, tres de sus reactores sufrieron fusiones parciales y tres explosiones de hidrógeno, junto a la liberación de contaminación al aire y al océano, convirtieron el accidente en uno de nivel 7, el rango máximo.
Una zona de evacuación con un radio de 20 km alrededor de la central obligó a 154.000 personas a abandonar sus hogares. Dejarlo todo atrás por la amenaza de un enemigo invisible y esperando, por encima de todo, respuestas. Esta es la crónica, el día a día y el minuto a minuto, del accidente nuclear de Fukushima.
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